sábado, 25 de agosto de 2012

Un caso Extremo: Una Vida Contada en la Piel


María José Cristerna, una de las mujeres más tatuadas de América Latina, sostiene que cada uno de sus tatuajes esconde un significado. “La mujer vampiro”, como normalmente se la conoce, es abogada y ejerce hoy en día la profesión de tatuadora en México. Su imagen de mujer fuerte, contrasta con su lado tierno y maternal: madre de cuatro hijos, afirma que lleva un vida normal sin importarle lo que los demás piensen, ya que “Nunca quise agradar a nadie, simplemente ser libre, expresar y sentir lo que yo quiero”. María José  señala que "La fachada es lo de menos, la belleza la catalogamos como nosotros queremos y buscamos el estereotipo que queremos".
Mary José, se empezó hacer desde hace 20 años transformaciones en su cuerpo que incluyen una diversidad de tatuajes y piercings, además de insertarse colmillos y aplicarse varias prótesis en su frente y brazos.

 Con apenas 12 años, se realizó su primer pericing, y ya a los 14, acompañada por su padre, se hizo su primer tatuaje. Poco tiempo después, con 17 años, contrajo matrimonio, lo cual no resultó como ella esperaba. Los constantes golpes y maltratos en el hogar por parte de su pareja, fueron el detonador que dio inicio a su “reinvención” como persona, pues al mismo tiempo que trabajaba como abogada y atendía a sus hijos, acudía a hacerse un tatuaje, como una forma de liberarse y sentirse conforme consigo misma.
En palabras de ella, algunos de sus tatuajes más significativos son: el tatuaje en su rodilla  que comprende cuatro ojos, representando a sus cuatro hijos, los cuales siempre la están mirando y tomando su ejemplo. El tatuaje en su muslo, de un corazón roto, en recuerdo de sus padres, ambos fallecidos a causa de un infarto. Y uno de los más dolorosos de realizar, son las estrellas que lleva tatuadas en el rostro y cabeza, que hacen referencia al momento feliz de su niñez, mirando las estrellas con su madre.

Cristerna tiene el 98% de su cuerpo tatuado a la fecha, y el porcentaje restante según ella, son espacios para fondear, al igual que en una pintura. A su vez, sostiene que lo de hoy es "romper esquemas y tabúes sobre el cuerpo a través de los tatuajes, piercings, la pintura o las modificaciones corporales", no solo en hombres sino también en mujeres, asegurando además, que jamás se borraría ninguno de sus tatuajes, porque hacerlo implicaría borrar una etapa de su vida. Cada tatuaje simboliza su historia.

Entrevista a " La Mujer Vampiario"




El día a día de María José













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